El trabajo en la viña es duro, requiere observación y paciencia. Las viñas pasan por todo tipo de inclemencias. Las cuadrillas de vendimiadores conocen el rigor de las horas más duras de sol. Una vez en bodega nuestra responsabilidad es preservar toda la belleza de los frutos; la primera decisión directa del hombre es el prensado.
Al llegar al Celler Batlle cada entrega de uva, que ha sido cosechada manualmente, se pesa y se registra señalando los detalles de la variedad, la parcela de la que proviene y su destino en forma de vino.
Cada lote se prensa por separado. Prensamos racimos enteros* a muy baja extracción y separamos el mosto en fracciones. En su día fuimos pioneros en el país adquiriendo una prensa Coquard, inspirada en las tradicionales champenoise que contemplan los principios de las prensas verticales, pero adecuándolas a la tecnología del siglo XXI.
Para nuestros vinos utilizamos exclusivamente tête et coeur de cuvée, que representan la parte más noble que se puede extraer del fruto. Si presionásemos cada baya entre nuestros dedos: “la cabeza” representa la mejor acidez y “el corazón” es el jugo puro de la pulpa, rico en azúcar; produce vinos de gran delicadeza, aromas sutiles, paladar refrescante y un buen potencial de envejecimiento. Sólo a través de la experiencia acumulada es posible entender un mosto llamado a ser vino de larga crianza. Tecnología, procedimientos, conocimientos y, sobre todo, mucha intuición son necesarios para entender el potencial de un embrionario mosto, que será vino, posteriormente vigoroso cava y finalmente se convertirá, tras 10 pacientes años, en un gran vino espumoso de larga crianza. Hoy celebramos la primera cosecha, un coupage 90% xarel·lo y 10% macabeo, de Celler Batlle y Enoteca, procedentes de uvas biodinámicas, también vinificados como vinos biodinámicos. El tiempo nos dará los resultados.
*El prensado de uva entera evita oxidaciones y contaminaciones prematuras del mosto. Obtenemos mostos limpios sin necesidad de ninguna técnica de filtración ni desfangado y mantenemos intacto el mosto a través del filtrado natural. Por consiguiente, podemos reducir los sulfitos al 50%.